viernes, 1 de abril de 2016

Johan Cruyff, el Cisne que levitaba




Hace muchos años, casi 50, un niño empezó a interesarse por el fútbol. Lo mas lógico que se hiciera del Real Madrid, pues era de Castilla. Pero su padre le hizo del Barça, pues hizo la mili en Barcelona y se hizo de ese equipo. Le compro la camiseta con el Nº 5 de Gallego, en aquellos años el jugador mas importante del Barça y casi único titular indiscutible en la selección. Después apareció Rexach como ídolo del Barcelonismo y le compro su camiseta, el Nº 7. Pero el Barça no se comia una rosca, siempre o casi siempre ganaba el Madrid, por uno u otro motivo. En la TV solo televisaban partidos del Madrid, por lo que ver al Barça era una autentica utopia, y casi todos los niños se hacían del Madrid. En aquellos años ya había pasado la época dorada del Madrid de Di Stefano y tenia un equipo de andar por casa, eso si, en casa siempre o casi siempre ganaba. Ese niño  en su pueblo era un rara Avis, era el único del Barça junto con algún amigo suyo al que comía la cabeza y logro convencer de que se hiciera de un equipo perdedor. En España no podían jugar extranjeros y nos habíamos quedado desfasados en el futbol.



 Entonces empezamos a ver en las finales de las Copas de Europa un equipo maravilloso que jugaba al futbol como nunca antes se había visto, un equipo que ponía en jaque el dominio Ingles, Italiano y Alemán. Un equipo al cual lideraba un joven imberbe con pintas de Beatle que parecía que levitaba por el césped, siempre erguido y con la cabeza levantada. Tenia el cambio de ritmo y la frenada mas hermosa que jamas se había visto y probablemente se vera, parecía un Cisne levitando por el césped. Ese equipo parecía invencible, gano tres copas de Europa seguidas y no parecía tener fin, pues eran jugadores jovencísimos. El equipo era el Ajax de Amsterdam. formado por un elenco de extraordinarios futbolistas como  Arie Haan, Johan Neeskens, Piet Keizer, Wim Suurbier, Johnny Rep, Ruud Krol etc. Pero ese equipo no seria igual si no hubiese estado con ellos el CISNE QUE LEVITABA, el cerebro de la Orquesta, el jugador que pensaba antes de recibir, el jugador que iba por delante de su tiempo, el jugador que el futbol no lo tenia en las piernas si no en su cerebro, èl era HENDRIK JOHANNES CRUYFF, un torbellino de colores que hacia que el futbol pareciera la séptima sinfonía de Beethoven. Todos los aficionados del mundo después de nuestro equipo éramos del Ajax, eran los Beatles del futbol y CRUYFF era John Lennon.

Y en esas estábamos cuando llego el día que el futbol español daría un paso importante en su historia ¡se reabría el mercado para poder fichar jugadores extranjeros!

En las semifinales de la copa de Europa de 1973 el Ajax elimino al Real Madrid ganándole los dos partidos con un Cruyff extraordinario, Bernabéu se enamoro de el y empezó a mover sus hilos para ficharle. El Barcelona llevaba varios años de tras de èl, pero el cierre de fronteras no los permitió ficharle. El Real Madrid se supo mover mejor en los despachos y apalabro con el Ajax su fichaje por 30 millones de Pesetas. Pero Cruyff se negó a ir al Real Madrid porque no le gusto que acordaran su fichaje sin consultarle y decidió fichar por el Barça. Esto cambiaba la historia del futbol.


Ese día la ilusión de ese niño que tuvo de idolos a Gallego y Rexach cambio por completo, a su equipo llegaba el considerado mejor jugador del mundo y podría mirar a los ojos a todos los demás niños del Real Madrid y presumir. Pero no creáis que fue tan fácil, hubo movimientos sibilinos que no dejaron debutar a Cruyff hasta Octubre, e incluso la prensa afín al madridismo (como hoy pasa con Messi) nos querían hacer creer que el Alemán Günter Netzer era mejor que Johan, cuando no era mejor que el otro gran fichaje del Barça, el peruano Hugo “Cholo” Sotil.

Sin Cruyff poder debutar por problemas “burocráticos” el Barça iba de pena en la liga, estaba clasificado en penúltimo lugar. Pero el 28 de Octubre de 1973 se produjo el debut mas esperado de la historia culé, Johan Cruyff debuto ante el Granada en el Camp Nou y el Barça goleo al conjunto andaluz 4-0  con 2 goles del Holandes. Desde es día el equipo encadeno victoria tras victoria hasta quedar campeón de liga varias jornadas antes del final con un futbol espectacular sacando 8 puntos al segundo, el Atletico de Madrid y 16 al Real Madrid que fue octavo.

Ese año también nos dejo una alegría de las que quedan marcadas para siempre en el corazón de los Barcelonistas, el 17 de febrero de 1974 el Barça goleaba al Real Madrid en su campo 0-5, los goles los marcaron Asensi (2), Cruyff, Juan Carlos y Sotil. Una humillación en toda la regla de la que todavía no se ha repuesto el Madridismo que la vivió.


Entonces ese niño de un pequeño pueblo de Avila podía presumir de Barcelonista, en su equipo jugaba el mejor futbolista del mundo y ya tenia argumentos para hacer a muchos de sus amigos del Barça. El resto de argumentos para hacer crecer el barcelonismo lo ponía el Holandes volador con su majestuosa figura por los campos españoles.


Ese verano se jugo el Mundial de Alemania, donde la selección Holandesa fue la autentica protagonista de ese Mundial con un Johan Cruyff majestuoso que iba haciendo trizas a todos los rivales que le salían al paso. Era un espectáculo ver a los holandeses jugar y una autentica gozada ver deslizarse por el campo a Johan Cruyff. Llego a jugar con 40º de fiebre ante Brasil pero no fue impedimento para que se exhibiera y junto a sus compañeros goleara a la selección canarinha. Llegaron a la final con la vitola de indiscutibles favoritos, pero la mala suerte, el arbitro y un inconmensurable Sepp Maier que evito unos cuantos goles cantados cortaron de raíz el triunfo del equipo de ensueño que se convirtió el equipo capitaneado por Johan Cruyff. No ganaron el titulo pero el mundial de 1974 se conocerá siempre por el Mundial de LA NARANJA MECANICA, nombre por el cual se le conocería siempre a ese equipo. Será siempre mas recordado que el ganador y eso es un triunfo de ese futbol total que practicaban bajo el hechizo del mas grande jugador Europeo de todos los tiempos.

La nueva temporada comenzaba con mucha ilusión en el Barcelonismo. Se avecinaban tiempos felices, pero no fue así, pues con animo de agrandar mas el equipo la junta contrato a la otra gran estrella holandesa Johan Neeskens (jugador que individualmente triunfo), en detrimento del maravilloso Cholo Sotil al cual dejaron dos años sin jugar (solo se permitían dos extranjeros) y cuando volvió ya no era el mismo, se había perdido en las noches Barcelonesas. Cruyff empezó a seleccionar los partidos en los cuales destacar y se volvió un poco irreverente. Como jugador del Barça consiguió menos títulos de los  que se presumían iba a conseguir, pero su futbol seguía levitando por el campo como nadie a conseguido hacerlo jamas. Pero aparte de su aportación futbolística, inspiro una manera de jugar que el Barça nunca abandono. Se fue del Barça con una Copa del Rey mas, pero con un legado futbolístico que  seria el abono para las nuevas generaciones.

Del Barça se fue a la liga de Estados Unidos a los Angeles Aztecas, para volver a jugar a España de azulgrana, pero en el Levante, donde jugo diez partidos y ese niño de Avila ya mas mayor, fue a despedirse de su ídolo hasta Valencia para verle por ultima vez de futbolistas en vivo. Después volvió a America y de allí a su país, donde siguió ganando ligas hasta que se retiro dejando este impresionante legado:







Pero lo mas importante que tenia Cruyff que aportar al Barça vino en su faceta de entrenador cuando en la temporada 1988/89 Jose Luis Nuñez le contrato para hacerse cargo de un equipo que vivía a la sombra del Real Madrid de la quinta del Buitre. Johan empezó a poner sus ideas  sobre el tapete verde del Camp Nou y empezó a construir un equipo de ensueño conocido como el Dream Team, que hacia un futbol que era la admiración del mundo, con el que gano cuatro Ligas, una Copa de Europa (donde por cierto también estaba en Wembley ese niño de Avila, pero ya casado), una Recopa, una Supercopa de Europa, Una Copa del Rey y tres Supercopas de España.




Creó un estilo valiente y hermoso que trasplanto a todos los equipos del club a los que impregno de su valor y de su sabiduría. Fueron años gloriosos de la entidad donde el mundo entero estaba rendido a sus pies. Todo el mundo valoraba su trabajo menos los de siempre, esos vendehumos que intentaron poner a Netzer por delante de él, después decir que Maradona no le llegaba a Cruyff a la altura de la bota, después decir que Maradona era mejor que Messi etc, todo siempre para desprestigiar a la estrella del momento del Barça.


Pero todo tiene su fin y todos los genios se equivocan y él se equivoco en la final de la Champions  de 1994 en Atenas (donde también estaba el niño Abulense) y empezó su declive como técnico por propia voluntad. Pero dejo un legado y unas enseñanzas que han sido clave para la historia del Barça y para la formación de todos sus discípulos que  han llevado su Biblia por toda los equipos que han entrenado y han hecho que el horrendo Catenaccio pase a mejor vida y veamos un futbol mucho mas vistoso y espectacular, sobre todo el que entrenan sus discípulos, Guardiola, Luis Enrique, Valverde, Eusebio, Koeman, Abelardo etc. El que predican Directores deportivos como Zubizarreta, Beguiristain, Roberto etc. Sus tentáculos han sido muy grande porque el era muy grande.

Y para acabar tengo que decir que gracias a su manera de entender el futbol, hemos podido estos años asistir a la perfección de este deporte puesto en  escena por un equipo creado por sus discípulos Rijkaard, Guardiola, Tito y Luis Enrique. Donde han sobresalido los dos genios que me han emocionado tanto como èl, Ronaldinho y Messi. Messi es para mi el único jugador que han visto mis ojos superior a él.





A si que para finalizar muchas gracias Johan por haber hecho feliz a ese niño de un pueblo de Avila que en su Bar siempre tuvo ese póster de aquel equipo maravilloso que empezó a cambiar la historia del Barça en donde tu eras el CISNE QUE LEVITABA con un balón a los pies.





D.E.P  HENDRIK JOHANNES CRUYFF

                                     Ese niño era yo:
                                                                     Raúl Sánchez Pérez